miércoles, marzo 28, 2012

Texto de la presentación.




El cine mexicano “se impone”
Mercados internacionales y penetración cultural en la época dorada.
Maricruz Castro Ricalde y Robert McKee Irwin
Siempre es un gusto presentar libros de cualquier tipo, pero es doble gusto cuando se trata de un libro que habla de cine y triple gusto cuando se trata de un libro que hable de cine mexicano.
La afición al cine me ha llevado a la recolección y acopio de material bibliográfico de toda índole, así me encontré con el ejemplar Clásicos del Cine Silente Norteamericano editado por la Filmoteca de la UNAM en 1981, en dicho ejemplar se recopilan 23 trabajos cinematográficos, donde se destacan los cortos de Tomás Alva Edison realizados entre los años 1894-1899 y también los cortos de Charles Chaplin realizados entre 1914-1918. Los largometrajes Maridos Engañados (1918) dirigida por Erich Von Stroheim; Sherlock Junior (1916) y La General (1916)  dirigidas por Buster Keaton y no podía faltar en este recuento Intolerancia (1916) de David Griffith. Intolerancia  cinta en la que se aprecia la maestría del montaje que serviría de escuela a muchos realizadores.
En la portada de Clásicos del Cine Silente Norteamericano vemos a Lilian Gish, belleza del cine mudo, protagonista de la película El Viento (1928) dirigida por Victor Sjöstrom.
Pero en México también se “cuecen habas” y así lo hace notar el trabajo que nos ocupa el día de hoy: El cine mexicano “se impone” Mercados internacionales y penetración cultural en la época dorada, investigación de Maricruz Castro Ricalde y Robert McKee Irwin, trabajo de 311 páginas dividido en más de 14 capítulos y que para la portada al igual que Clásicos del Cine Silente Norteamericano se eligió a una belleza, en este caso a la sonorense Columba Domínguez,  protagonista de la cinta Un día de vida dirigida por Emilio “Indio” Fernández en el año de 1950.
Después de cuatro años de trabajo documental en Estados Unidos, México, Cuba, Argentina, Venezuela, Colombia, España y Serbia. El libro arroja datos interesantes, no sólo para los que les interesa el cine sino para aquellos que quieran saber de los primeros rodajes en nuestro país y descubrir cómo Hollywood filmaba versiones muiltilingües de sus películas, como fue el caso de Drácula de 1931 con el actor Bela Lugosi que al terminar el rodaje durante el día, se daba paso al rodaje durante la noche y se filmaba con la misma escenografía pero para la versión en español.
Se podría considerar que El cine mexicano “se impone”… es una colección de anécdotas, anécdotas de todo tipo pero más que eso es un referente obligado para conocer la maquinaria que fue la industria cinematográfica mexicana en los mercados hispanoparlantes, como fue el caso de Venezuela donde en 1943 llegaron 39 películas mexicanas, más que a cualquier otro país latinoamericano.
Su escritura es amena pero no ligera, contiene una investigación profunda sin llegar a ser denso y empantanado, su lectura fluye y al paso de cada capítulo, uno, como lector, desea saber más sobre la importancia de una industria que creó un impacto social y económico y que además generó directores, actrices, actores, técnicos y productores, pero sobre todo identidad.
En el libro encontramos un riguroso trabajo de investigación, lleno de referencias contundentes gracias al cruce de fuentes. Dan ganas de sumergirse en el maravilloso mundo que nos describen los autores.





Aquí, de lo que se trata es de conocer el impacto del cine mexicano con 15 películas emblemáticas y entrañables, organizadas cronológicamente para ratificar que Santa fue el primer éxito del cine sonoro en el extranjero; que Allá en el Rancho Grande fue un éxito arrollador; que Ahí está el detalle generó el nacimiento de una estrella y la consolidación de una industria; que Simón Bolívar se consolidó como una superproducción a la conquista de los mercados sudamericanos; que Doña Bárbara muestra la mexicanización de la cultura venezolana; que gracias a María Candelaria, Europa legitima al cine mexicano; que La reina del trópico fundó la rumba cubana a la mexicana; que con Soledad Libertad Lamarque reafirmó la mexicanización del sufrimiento, es decir llorar a moco tendido; que con Jalisco canta en Sevilla, México se impuso para llevar a nuestro charro a España y así lograr la conquista invertida; que gracias a La vorágine conocemos la frustración de la industria cinematográfica colombiana; que con Los olvidados, Buñuel abrió al cine mexicano y lo colocó en los circuitos vanguardistas; que Un día de vida hizo llorar a toda Yugoslavia; que con Camelia La Doña sometió a los españoles; que La rosa blanca fue la película más taquillera en Cuba; y que Espaldas mojadas sigue siendo la realidad de muchos de nuestros compatriotas.
Para el gozo de los buscadores de referencias cinematográficas, este trabajo cuenta con un apartado de filmografía citada que da cuenta de todas y cada una de las películas que se mencionan en este completo trabajo de investigación, de igual forma encontramos una hemerografía extensa y un índice onomástico para encontrar rápidamente lo que buscamos.
El cine mexicano “se impone” mercados internacionales y penetración cultural en la época dorada, de Maricruz Castro Ricalde y Robert McKee Irwin, se consolida como una investigación de referencia obligada para conocer y saber de nuestro cine, el cine mexicano. Y se coloca entre los libros más importantes de investigación sobre cine en nuestro país, junto a la Cartelera cinematográfica de María Luisa Amador y Jorge Ayala Blanco; y conjuga también la importancia de Orígenes del cine en México de Aurelio de los Reyes.   Gracias.