El cine mexicano “se
impone”
Mercados
internacionales y penetración cultural en la época dorada.
Maricruz Castro Ricalde
y Robert McKee Irwin
Siempre es un gusto presentar libros de cualquier tipo, pero
es doble gusto cuando se trata de un libro que habla de cine y triple gusto
cuando se trata de un libro que hable de cine mexicano.
La afición al cine me ha llevado a la recolección y acopio de
material bibliográfico de toda índole, así me encontré con el ejemplar Clásicos del Cine Silente Norteamericano
editado por la Filmoteca de la UNAM en 1981, en dicho ejemplar se recopilan 23
trabajos cinematográficos, donde se destacan los cortos de Tomás Alva Edison realizados
entre los años 1894-1899 y también los cortos de Charles Chaplin realizados
entre 1914-1918. Los largometrajes Maridos
Engañados (1918) dirigida por Erich Von Stroheim; Sherlock Junior (1916) y La
General (1916) dirigidas por Buster Keaton y no podía faltar
en este recuento Intolerancia (1916) de
David Griffith. Intolerancia cinta en la que se aprecia la maestría del
montaje que serviría de escuela a muchos realizadores.
En la portada de Clásicos
del Cine Silente Norteamericano vemos a Lilian Gish, belleza del cine mudo,
protagonista de la película El Viento
(1928) dirigida por Victor Sjöstrom.
Pero en México también se “cuecen habas” y así lo hace notar
el trabajo que nos ocupa el día de hoy: El
cine mexicano “se impone” Mercados internacionales y penetración cultural en la
época dorada, investigación de Maricruz Castro Ricalde y Robert McKee Irwin,
trabajo de 311 páginas dividido en más de 14 capítulos y que para la portada al
igual que Clásicos del Cine Silente
Norteamericano se eligió a una belleza, en este caso a la sonorense Columba
Domínguez, protagonista de la cinta Un día de vida dirigida por Emilio
“Indio” Fernández en el año de 1950.
Después de cuatro años de trabajo documental en Estados
Unidos, México, Cuba, Argentina, Venezuela, Colombia, España y Serbia. El libro
arroja datos interesantes, no sólo para los que les interesa el cine sino para
aquellos que quieran saber de los primeros rodajes en nuestro país y descubrir
cómo Hollywood filmaba versiones muiltilingües de sus películas, como fue el
caso de Drácula de 1931 con el actor
Bela Lugosi que al terminar el rodaje durante el día, se daba paso al rodaje durante
la noche y se filmaba con la misma escenografía pero para la versión en
español.
Se podría considerar que El
cine mexicano “se impone”… es una colección de anécdotas, anécdotas de todo
tipo pero más que eso es un referente obligado para conocer la maquinaria que
fue la industria cinematográfica mexicana en los mercados hispanoparlantes,
como fue el caso de Venezuela donde en 1943 llegaron 39 películas mexicanas,
más que a cualquier otro país latinoamericano.
Su escritura es amena pero no ligera, contiene una
investigación profunda sin llegar a ser denso y empantanado, su lectura fluye y
al paso de cada capítulo, uno, como lector, desea saber más sobre la
importancia de una industria que creó un impacto social y económico y que
además generó directores, actrices, actores, técnicos y productores, pero sobre
todo identidad.
En el libro encontramos un riguroso trabajo de investigación,
lleno de referencias contundentes gracias al cruce de fuentes. Dan ganas de
sumergirse en el maravilloso mundo que nos describen los autores.
Aquí, de lo que se trata es de conocer el impacto del cine
mexicano con 15 películas emblemáticas y entrañables, organizadas
cronológicamente para ratificar que Santa
fue el primer éxito del cine sonoro en el extranjero; que Allá en el Rancho Grande fue un éxito arrollador; que Ahí está el detalle generó el nacimiento
de una estrella y la consolidación de una industria; que Simón Bolívar se consolidó como una superproducción a la conquista
de los mercados sudamericanos; que Doña
Bárbara muestra la mexicanización de la cultura venezolana; que gracias a María Candelaria, Europa legitima al
cine mexicano; que La reina del trópico
fundó la rumba cubana a la mexicana; que con Soledad Libertad Lamarque reafirmó la mexicanización del
sufrimiento, es decir llorar a moco tendido; que con Jalisco canta en Sevilla, México se impuso para llevar a nuestro
charro a España y así lograr la conquista invertida; que gracias a La vorágine conocemos la frustración de
la industria cinematográfica colombiana; que con Los olvidados, Buñuel abrió al cine mexicano y lo colocó en los
circuitos vanguardistas; que Un día de
vida hizo llorar a toda Yugoslavia; que con Camelia La Doña sometió a los españoles; que La rosa blanca fue la película más taquillera en Cuba; y que Espaldas mojadas sigue siendo la
realidad de muchos de nuestros compatriotas.
Para el gozo de los buscadores de referencias
cinematográficas, este trabajo cuenta con un apartado de filmografía citada que
da cuenta de todas y cada una de las películas que se mencionan en este
completo trabajo de investigación, de igual forma encontramos una hemerografía
extensa y un índice onomástico para encontrar rápidamente lo que buscamos.
El cine mexicano “se
impone” mercados internacionales y penetración cultural en la época dorada, de Maricruz Castro Ricalde y Robert
McKee Irwin, se consolida como una investigación de referencia obligada para
conocer y saber de nuestro cine, el cine mexicano. Y se coloca entre los libros
más importantes de investigación sobre cine en nuestro país, junto a la Cartelera cinematográfica de María Luisa
Amador y Jorge Ayala Blanco; y conjuga también la importancia de Orígenes del cine en México de Aurelio
de los Reyes. Gracias.