lunes, agosto 28, 2006
El new sonido
Bunky: BaBa
Trompetas, saxofónes, voz, batería ¿todo está descompuesto? al parecer no, claro que no. El sonido de una nueva generación que no le tiene miedo a nada. Entran con CocoRosie, Clap Your Hands Say Yeah o con Arcade Fire, pero más divertidos.
Bunky Born To Be A Motorcycle (Asthmatic Kitty/Touch and Go, 2005)
martes, agosto 22, 2006
Que gire el lente
lunes, agosto 07, 2006
Texto publicado en Milenio Toluca
OFF THE RECORD
Gastón Pedraza
Carnaval y Bossa
Brasil siempre nos ha regalado muy buenos interpretes y compositores musicales; y con razón pues es uno de los países que a pesar de tantos problemas políticos, pobreza y matanzas gracias al narcotráfico, el pueblo, la banda, la raza, el pópulo, sigue celebrando uno de los carnavales más famosos del mundo, y me atrevo a decir, que es por mucho, el más afamado y visitado. Y dígame, querido lector, a poco no le gustaría visitar esa tierra del sur donde se invento ese traje tan sugerente hecho a base de... ¡hilo dental!
La música brasileña se caracteriza por su interpretación sentimental, ya sea desde la bossa nova, el rock más pesado o la samba más alegre y bailable. Vamos por partes, la Música Popular Brasileña (MPB) retoma un nuevo rumbo, por allá de 1946 gracias al pianista Dick Farney, quien después de haber vivido durante algunos años en Estados Unidos, grabó en Brasil el samba titulado “Copacabana”, pero lo grabó cambiando la instrumentación original y le incluyó una serie de orquestaciones donde se rodeaba de cuerdas y una cadencia más relajada, sin ir tan rápido.
La bossa nova nace directamente del compositor, cantante y pianista Alfredo José da Silva, mejor conocido como Jenny Alf. Alf se inspira en el jazz para hacer la marcación de los ritmos más cadentes, e incluye al piano como instrumento que lleve el acento, sin llevar una marcación regular, más bien a manera de improvisación. La idea de Alf da paso inmediato a lo que sería la bossa nova. Y así nacieron nombres de la talla de Antonio Carlos Jobim, Billy Blanco, Vinicius de Moraes. Pero es con João Gilberto y sus primeros discos, Desafinado y Obla la la cuando se dispara el movimiento de la bossa nova. El primero incluye temas de Jobim, Moraes y el propio Gilberto.
Qué sería de la música, sin, por ejemplo, “La Chica de Ipanema”, “Desafinado” o “Aguas de Marzo” que dieron vida, alma, corazón y ritmo a interminables veladas por allá de los 50 y 60. Los caballeros con esas vestimentas de cuello de tortuga y las damas con esos vestidos escotados al estilo de Lorena y Tere Velásquez. Sabor.
La Tropicalia fue un movimiento cultural que se dio en Brasil en el año de 1968, y su creador, por así decirlo, fue el aún compositor y cantante Caetano Veloso acompañado de Gilberto Gil, Gal Costa, Os Mutantes, Tom Zé y Nara Leão. Este no fue un movimiento tan sólo musical, también fue un movimiento político. En este sentido, la Tropicalia, se gesta como un movimiento cultural al incluir y mezclar varios estilos musicales, e incluso musicalizar poesías y hacer todo un movimiento musical de vanguardia y a tono con lo que sucedía en Brasil. Potencia y alegría en los discursos de la Tropicalia.
Brasil ha evolucionado, musicalmente hablando, y tan es así que en la actualidad, la música electrónica que se realiza en ese país es de punta, y lo mejor de todo es que retoma, sin ninguna pena, todas aquellas viejas referencias del quehacer musical de aquellos grandes músicos que ha dado ese país. Actualmente podemos escuchar a un Marisa Monte, cantando una mezcla de bossa nova con tropicalia y samba, o a una María Rita llena de encanto y sentimiento, o a un Caetano Veloso renovado haciendo covers a Nirvana, o por ejemplo se puede escuchar a un Ed Motta con ese estilo a lo Barry White, con una musicalidad retro sin llegar al cliché, más bien a la sensualidad y al regocijo. Y que decir del ya fallecido pero siempre al día de Chico Science con esa maravilla de disco llamado Afrociberdelia.
El combo formado por Carlinhos Brown, Marisa Monte y Arnaldo Antunes llamado Tribalistas, es una muestra clara de lo que está sucediendo con la música en Brasil. Tribalistas suenan a fiesta y melancolía, a samba y bossa, pero siempre a ese sonido alegre, a ese sabor lleno de ritmo que se contagia.
Gastón Pedraza
Carnaval y Bossa
Brasil siempre nos ha regalado muy buenos interpretes y compositores musicales; y con razón pues es uno de los países que a pesar de tantos problemas políticos, pobreza y matanzas gracias al narcotráfico, el pueblo, la banda, la raza, el pópulo, sigue celebrando uno de los carnavales más famosos del mundo, y me atrevo a decir, que es por mucho, el más afamado y visitado. Y dígame, querido lector, a poco no le gustaría visitar esa tierra del sur donde se invento ese traje tan sugerente hecho a base de... ¡hilo dental!
La música brasileña se caracteriza por su interpretación sentimental, ya sea desde la bossa nova, el rock más pesado o la samba más alegre y bailable. Vamos por partes, la Música Popular Brasileña (MPB) retoma un nuevo rumbo, por allá de 1946 gracias al pianista Dick Farney, quien después de haber vivido durante algunos años en Estados Unidos, grabó en Brasil el samba titulado “Copacabana”, pero lo grabó cambiando la instrumentación original y le incluyó una serie de orquestaciones donde se rodeaba de cuerdas y una cadencia más relajada, sin ir tan rápido.
La bossa nova nace directamente del compositor, cantante y pianista Alfredo José da Silva, mejor conocido como Jenny Alf. Alf se inspira en el jazz para hacer la marcación de los ritmos más cadentes, e incluye al piano como instrumento que lleve el acento, sin llevar una marcación regular, más bien a manera de improvisación. La idea de Alf da paso inmediato a lo que sería la bossa nova. Y así nacieron nombres de la talla de Antonio Carlos Jobim, Billy Blanco, Vinicius de Moraes. Pero es con João Gilberto y sus primeros discos, Desafinado y Obla la la cuando se dispara el movimiento de la bossa nova. El primero incluye temas de Jobim, Moraes y el propio Gilberto.
Qué sería de la música, sin, por ejemplo, “La Chica de Ipanema”, “Desafinado” o “Aguas de Marzo” que dieron vida, alma, corazón y ritmo a interminables veladas por allá de los 50 y 60. Los caballeros con esas vestimentas de cuello de tortuga y las damas con esos vestidos escotados al estilo de Lorena y Tere Velásquez. Sabor.
La Tropicalia fue un movimiento cultural que se dio en Brasil en el año de 1968, y su creador, por así decirlo, fue el aún compositor y cantante Caetano Veloso acompañado de Gilberto Gil, Gal Costa, Os Mutantes, Tom Zé y Nara Leão. Este no fue un movimiento tan sólo musical, también fue un movimiento político. En este sentido, la Tropicalia, se gesta como un movimiento cultural al incluir y mezclar varios estilos musicales, e incluso musicalizar poesías y hacer todo un movimiento musical de vanguardia y a tono con lo que sucedía en Brasil. Potencia y alegría en los discursos de la Tropicalia.
Brasil ha evolucionado, musicalmente hablando, y tan es así que en la actualidad, la música electrónica que se realiza en ese país es de punta, y lo mejor de todo es que retoma, sin ninguna pena, todas aquellas viejas referencias del quehacer musical de aquellos grandes músicos que ha dado ese país. Actualmente podemos escuchar a un Marisa Monte, cantando una mezcla de bossa nova con tropicalia y samba, o a una María Rita llena de encanto y sentimiento, o a un Caetano Veloso renovado haciendo covers a Nirvana, o por ejemplo se puede escuchar a un Ed Motta con ese estilo a lo Barry White, con una musicalidad retro sin llegar al cliché, más bien a la sensualidad y al regocijo. Y que decir del ya fallecido pero siempre al día de Chico Science con esa maravilla de disco llamado Afrociberdelia.
El combo formado por Carlinhos Brown, Marisa Monte y Arnaldo Antunes llamado Tribalistas, es una muestra clara de lo que está sucediendo con la música en Brasil. Tribalistas suenan a fiesta y melancolía, a samba y bossa, pero siempre a ese sonido alegre, a ese sabor lleno de ritmo que se contagia.
La voz siempre sensual de Adriana Calcanhoto nos ofrece el sentimiento a flor de piel. Que tal la revelación de hace varios años, la siempre bella y con voz aterciopelada Bebel Gilberto. Y que decir de todos esos grandes músicos que aparecen en el soundtrack de la película Ciudad de Dios, el material sonoro de ésta película puede servir de guía para darnos cuenta de lo que está sucediendo en el ámbito musical en aquel país. Sin más, a bailar y acurrucarnos a ritmo de bossa nova.
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